Es bueno hacer planes, pero no te jactes de ellos
Dios nos apoya y nos ayuda a lograr nuestros planes, pero nunca nos debemos olvidar que sin Él, muy probablemente no tengamos Ă©xito. Y si lo tenemos se puede desvanecer fĂ¡cilmente. Por eso, es bueno hacer planes, pero no jactarnos de ellos o de nuestros logros.
No te jactes del mañana, ya que no sabes lo que el dĂa traerĂ¡. Proverbios 27:1 (NTV)
Dios es el Ăºnico que puede saber lo que sucederĂ¡ despuĂ©s. Nosotros solamente debemos rendirnos a Él y consultar todo antes de ejecutar. Podemos hacer muchos planes, tener muy buenos deseos, pero necesitamos consultarlos con Dios, buscar Su aprobaciĂ³n.Â
Podremos hacer planes antes de morir, pero con Dios
Lo cierto es que esta vida es breve, lo mĂ¡s seguro que tenemos es que moriremos. Y si hemos invitado a JesĂºs a vivir en nosotros, si lo hemos hecho nuestro Señor y Salvador, no temeremos la muerte. Podremos hacer planes sin jactarnos de ellos y sabremos que Dios los bendecirĂ¡.
Podemos hacer nuestros propios planes, pero la respuesta correcta viene del Señor. La gente puede considerarse pura segĂºn su propia opiniĂ³n, pero el Señor examina sus intenciones. Pon todo lo que hagas en manos del Señor, y tus planes tendrĂ¡n Ă©xito. Proverbios 16:1-3 (NTV)
Nos cuesta soltar riendas, amamos estar en control; sin embargo, de lo que debemos tener control es de nuestra carnalidad, de nuestro temperamento y nuestras palabras,  ¡de las cosas a las que justamente nos gusta darle rienda suelta!.Â
Soltemos las riendas de nuestra vida y entreguĂ©moselas a Dios, todo nos saldrĂ¡ mucho mejor y podremos hacer planes sin jactarnos de ellos porque serĂ¡n aquellos que le agraden a nuestro Padre, porque los habremos consultado con Él y le habremos pedido que los bendiga para que tengamos victoria y Ă©xito.Â
Cuando tenemos y apreciamos una relaciĂ³n, compartimos informaciĂ³n con esa persona. Debemos tener una relaciĂ³n con nuestro Dios y por ello, compartirle nuestros anhelos, nuestros deseos y los planes que quisiĂ©ramos llevar a cabo.Â
Si nos acostumbramos a hacer planes consultados con Dios, pidiendo que los bendiga, podremos tener Ă©xito y celebrarlos, pero para Dios.  Sin jactarnos y dĂ¡ndole mĂ©rito a nuestro amoroso y todo poderoso Creador.Â
OraciĂ³n del dĂa
Bendito Dios, mi Rey, gracias por tu bondad infinita. Gracias por estar siempre allĂ para mĂ. Eres bueno, generoso, misericordioso y nos amas como nadie. Bendito Dios de mi vida, te pido perdĂ³n si he hecho planes sin consultarte, ayĂºdame a fortalecer mi relaciĂ³n contigo y asĂ, poder contarte de los planes que me gustarĂa llevar a cabo. Que no olvide yo traerlos a Tu presencia para que los bendigas y me ayudes a lograrlos. Gracias mi Señor, amĂ©n y amĂ©n.Â
AplicaciĂ³n
¿De quĂ© planes te ha costado mĂ¡s soltar las riendas a Dios?Â
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